Desde los confines de la tierra te invoco, pues mi corazón desfallece; llévame a una roca donde esté yo a salvo.
(Salmo 61:2)
Tanto en tiempos bíblicos como hoy, un lugar alto se considera seguro y estratégico, ya que ofrece una mejor perspectiva y es más fácil de defender. Pensemos en cómo las personas buscan lugares altos cuando suben las aguas en una inundación, o en cómo los soldados tratan de conquistar posiciones elevadas en una batalla.