Así que emprendió el viaje y se fue a su padre.
Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó.
— Lucas 15:20
El hijo pródigo trabajando en la pocilga es una representación del pecador perdido o del cristiano rebelde que ha vuelto a una vida de pecado (2 Pedro 2:19-21). Los resultados del pecado nunca son agradables (Santiago 1:14-15).